Si las holas de violencia fueran como las holas del mar todo seria un océano de felicidad,pero que infortunio que tengamos que pasar por cituasiones que nos conmuevan las fibras de nuestra alma porque cuando un amigo se va también se va una parte de nosotros, porque han sido seres que con cada palabra, cada chiste nos contagian de felicidad.
Carlos se ha ido de entre nosotros, pero no de nuestros recuerdos, siempre lo recordáremos por sus pensamientos positivos, sus gamas de superarse,los anhelos de darle un futuro a su hijita Mariana,pero que lastima que unos destructores de la felicidad y de sueños esten arrevatando la vida asi como asi. Que bueno fuera que desde nuestra propia conviccion se tuviera un deseo por tomar iniciativas de restaurar el tegido social, que desde las autoridades gubernamentales se implementen estrategias de seguridad donde se piense en preservar el derecho a la vida, la integrida del vivir en sociedad y donde el cuidadano tenga la posibilidad de poder desarrollarse y vivir en democracia.
El motivar a la gente a que se sensibilice ante lo ocurrido y salga a las calles a formas rios, donde las arengas al ya no mas violencia,no mas secuestros,no mas muertes injusta sean las voces del protestar y el eco del repudio. Seguir Leyendo...
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